Cuentos al Sol

Estos cuentos nacen del contacto con el Sol, la eternidad y el espíritu. Siempre hay uno dedicado a ti.

Nombre: gsdepallens
Ubicación: Arica, Chile

martes, junio 28, 2005

EN LA VENTANA

Otra vez viene esta vieja de mierda. Es necesaria, dice mi marido. Y yo, desde la ventana, le ordeno lo que hay que hacer. No me hace caso y me ataca con preguntas, con consejos que nadie le ha pedido, con supersticiones de vieja imbécil. Me molesta, me carga, la detesto.
Que no me agache porque la guagua va a nacer con joroba, que si me resfrío la guagua se resfría adentro y puede ahogarse y nacer muerta, si uso cloro, la guagua se intoxica, si me tiño el pelo, la guagua nacerá con deformidades, si fumo, la guagua nace con bronquitis, con asma, que no limpie el water para que la guagua no nazca con no sé qué otro invento huevón. Si la guata es redonda es mujer y si es plana es hombre, o al revés, qué mierda sé yo, vieja bruta. Cómo puede pensar semejantes idioteces y creérselas todas y, más encima, transmitirlas.
Desde la ventana la miro cómo barre y me echa el polvo, como a propósito, pienso. Si pudiera moverme...
Si pudiera moverme la agarraría por el cogote y la asfixio rápidamente, la vieja es chica y en una bolsa de basura cabría bien, pero no, no puedo matar a alguien, por muy esta vieja de mierda que sea.
Aunque el camión pasa luego. Afuera hay una caja grande, enorme, donde venía la cuna, pero eso es muy complicado, apenas puedo hacer fuerza...
Ahora la vieja va a hacer el baño, ojalá me hubiera acordado que venía hoy para dejárselo bien sucio.
Si no fuera por lo intrusa que es, no la odiaría tanto. Si no fuera por las estupideces que me dice, capaz que hasta la quisiera. Hace bien el aseo, por lo menos. Si yo pudiera moverme...
Desde la ventana la veo en la escalera. Ya va a subir. Buscará la aspiradora y la empezará a pasar desde arriba de la escala hasta abajo. Tres pisos. Y... si la empujo por la escalera? No, capaz que quede viva y después me acusa... Se supone que no me deberían pillar. Pero igual, no podría hecerle nada. Antes que nada ella es persona, por muy ignorante que sea la vieja de mierda.
Cómo no se da cuenta que me molesta. Ya le dije que no me gustan esas cosas, que no soy supersticiosa, que no me diga tonteras, pero la tonta es ella, no entiende, sigue y sigue con sus huevadas.
Desde la ventana veo que se me acerca, me quita el libro y me dice que no lea tanto porque sino la guagua va a nacer sugestionda. ¡De qué!, le pregunto, ay, quizá qué es lo que está leyendo, pues señora... ahora ya nadie lee esas novelas románticas, capaz que la guagua salga igual a usted y le dé por estudiar y trabajar en vez de atender al marido. Vieja maldita. Ahora si que me enfermó, ahora si que me colmó la paciencia, poca que tengo, en todo caso y más con este embarazo complicado.
Desde la ventana, sin moverme, la tiro al patio. Se empinó para sacudir el marco y la empujé. Son seis pisos. Nadie lo va a saber. Y ya no me volverá a molestar. Adiós, vieja de mierda.